El 13 de mayo de 1972 se firma, en la ciudad de Mendoza, el convenio de creación del Instituto Argentino de Nivología y Glaciología (IANIGLA) bajo la responsabilidad administrativa del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Firmaron el Convenio, además del CONICET, la Universidad Nacional de Cuyo, la Universidad Nacional del Sur, la Dirección General de Agua y Energía Eléctrica, el Instituto Nacional de Economía, Legislación y Administración del Agua (INELA), la provincia de Mendoza, la provincia de San Juan y el Servicio Meteorológico Nacional. El 22 de septiembre del mismo año, se firma un convenio de cooperación para el mejor cumplimiento de los objetivos del IANIGLA. En este convenio, se incorpora Hidronor a la lista de las instituciones patrocinadoras del IANIGLA previamente mencionadas.

La necesidad de contar con una masa crítica de investigadores especializados, que no existían en el momento de creación del IANIGLA, llevó al CONICET a mediados de la década de 1970 a incorporar al Instituto un número importante de profesionales y técnicos en la Carrera del Personal de Apoyo en los campos de la Nivología, Glaciología, Geocriología y disciplinas relacionadas. La mayoría de los profesionales, luego de doctorarse o perfeccionarse en sus respectivas especialidades, pasaron a formar parte del núcleo original de investigadores del CONICET con lugar de trabajo en el IANIGLA. Este grupo estaba formado por un investigador en cada una de las siguientes disciplinas: Glaciología, Geología Glacial, Geocriología, Meteorología y Dendrocronología.

El grupo inicial de cinco investigadores creció substancialmente entre fines de la década de 1980 y los primeros años de la década de 1990 en respuesta a dos procesos:

-La incorporación al IANIGLA del Programa de Investigaciones en Bioestratigrafía y Paleoecología (PRIBIPA):

Si bien este proceso incrementó el número inicial de investigadores, los cambios en la política interna del CONICET y de sus relaciones con otras instituciones hicieron que este crecimiento no fuese ordenado. La incorporación del PRIBIPA al IANIGLA por un hecho de proximidad geográfica (ambos grupos compartían las mismas instalaciones), más que por afinidad temática, creó dentro del IANIGLA dos líneas de investigación diferentes. Esta pérdida de un núcleo central o tema común de investigación en el IANIGLA se acentuó más a fines de los 90, cuando se produjo la incorporación al IANIGLA de nuevos investigadores con otras especialidades, tales como mineralogía, petrografía y geoquímica, geofísica y astronomía.

Esta situación de gran dispersión en los temas de investigación se reflejó en el intento de cambiar el nombre del Instituto para dar cabida a todos las temáticas abordadas.

Finalmente, en 1994, el CONICET puso fin a esta búsqueda de un nombre incluyente, cuando aceptó oficialmente la proposición de incorporar en el nombre del Instituto los términos “Ciencias Ambientales”. El Instituto Argentino de Nivología y Glaciología pasó a ser, entonces, el Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales.

-La incorporación de investigadores jóvenes, que provenían de la primera camada de becarios de CONICET dirigidos por el grupo de investigadores originales del IANIGLA y del PRIBIPA.

En el año 2007, el CONICET inicia el proceso de formación y consolidación de los Centros Científicos Tecnológicos (CCT), proceso que involucró una revisión de las contrapartes institucionales en cada Unidad Ejecutora. Por Convenio Marco del 6 de Diciembre de 2007, el IANIGLA se constituye en una Unidad Ejecutora de triple dependencia compartida por el CONICET, la Universidad Nacional de Cuyo y el Gobierno de la Provincia de Mendoza, situación que se mantiene desde entonces.

En la actualidad, el Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales busca avanzar en el conocimiento de la dinámica ambiental presente y pasada del oeste Argentino, con énfasis en el estudio de los recursos hídricos y naturales de las regiones que lo conforman, al igual que en sus interacciones con los componentes biológicos y las actividades humanas que sustentan.

Desde los movimientos orogénicos de la cordillera de los Andes a la evolución de los organismos que las habitaron, de los procesos astronómicos y climáticos a la fluctuación presente de sus glaciares, del ciclo hidrológico andino al manejo sustentable de los ecosistemas asociados, son todos temas abordados por miembros del IANIGLA que trabajan desde la Puna a la Patagonia Austral.

Abocado a la ciencia ambiental de la Cordillera en toda su extensión, el IANIGLA tiene la importante misión de realizar y actualizar el Inventario Nacional de Glaciares.